No es fácil ser español y llegar a la NBA. Desde Fernando Martín
hasta Nikola Mirotic, han pasado trece jugadores. Trece en 28 años en una liga
que cuenta con más de 400 jugadores al año. De estos 13, únicamente uno de
ellos había jugado el partido del All Star hasta ahora, ese fin de semana que
tanto gusta en la comunidad americana por sus luces y espectáculos pero que
carece de calidad baloncestista. El respeto en la NBA es muy importante, por
como te tratan los rivales, por como te tratan los árbitros y por como eres
visto. Jugar ese fin de semana te hace entrar en un selecto club que
inmediatamente sube tu respeto. Y como ya he dicho antes, el respeto en esta
liga lo es todo. Pues bien, este fin de semana ese partido lo han jugado dos
españoles de los trece que hablábamos antes. Podían ser desconocidos entre sí,
uno de Cuenca y el otro de Cádiz. Curiosamente ambos son catalanes y de Sant
Boi. Además existe otra coincidencia que les ha hecho hacer historia y ser los
primeros en la mejor liga del mundo en hacer algo. Casi nada. Esa pequeña
coincidencia es que son hermanos. Hermanos y titulares.
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